No es el primer niño Jesús que restauramos en el taller ni será el último, pero lo que si es cierto es que este venía muy perjudicado.
Las patologías más importantes que presentaba las podemos apreciar en las imágenes, el brazo derecho roto a la altura del hombro, la cabeza rota por el cuello y prácticamente separada del tronco y una grieta vertical en la espalda.
También encontramos otras patologías de menos importancia que también veremos.
Suciedad magra y grasa, pequeñas lagunas, manchas de la pátina de betún de judea que en su día le aplicaron...
Lo primero que hacemos es pegar la cabeza y consolidarla, después lo limpiamos. Las manchas del betún no se han podido eliminar en su totalidad.
El siguiente paso pegar y consolidar el brazo y sellar y estucar todas las grietas. En el caso del cuello hay pérdida volumétrica que hay que restituir.
Rebajamos los estucos, después impermeabilizamos y comenzamos la reintegración cromática
La corona la soldamos con soldadura en frio y doramos lo soldado
Impresionante trabajo, Ana.
ResponderEliminarHa quedado genial.
Besitos
Muchísimas gracias Isabel
EliminarBts