El escritorio al que nos referimos, presentaba los herrajes totalmente oscuros, como si le hubiesen dado una pátina, tras hacer catas e investigar un poco, llegamos a la conclusión de que la dueña le aplicaba un producto para limpiarlos que lo que hacía era oscurecerlos.
Lo mismo sucedía con los metales de las patas
Todo esto lo que hizo fue deteriorar el barniz protector que en su día se le aplicó al metal, así es que hubo que retirarlo para volver a barnizar.
En esta ultima imagen vemos como el barniz deteriorado se desprende de la pieza.
Todo esto nos da una vez más la razón, en que cada pieza se ha de limpiar con los productos adecuados para cada caso, no utilizando productos que pueden dañar o estropear los muebles o sus distintos componentes.
Una vez limpias todas las piezas se volvió a barnizar con un barniz específico para metales y se le dio a la dueña de la pieza unos consejos de conservación y limpieza de la misma.
Trabajo realizado para Antic Art.