Estas mecedoras fueron rescatadas de un contenedor. Tenían mucho potencial.
Lo primero que se hizo fue destapizar, limpiar y desinsectar. En general se encontraban en bastante buen estado, encolar, tapar agujeros, barnizar, encerar...
Y por último tapizar, para ello se eligió una tela totalmente diferente a la que traía de origen.
Su dueño, un afamado interiorista con el que trabajamos habitualmente, quería que fuese algo rompedor y que contrastara con el clasicismo de la pieza.
En breve imagen final
Ya se puede advertir que quedó una pieza muy bien rematada tras pasar por vuestras expertas manos.
ResponderEliminarBesos y feliz semana