Sus propietarios las querían en blanco antiguo, marfil... o algún tono similar.
Lo primero que hacemos es quitar el barniz del sobre, es una laca muy dura, gruesa y brillante.
El resto de cada una de las piezas lleva otro tipo de barniz menos duro y brillante.
Para quitarlo hemos usado una decapadora de calor, la usamos con sumo cuidado para no dañar la madera de manera irreversible
Una vez retiramos esa capa gruesa de barniz, preparamos las piezas para imprimarlas, tenemos que reparar todos los daños de los cantos, falta chapa de madera, la chapa está colocada sobre base de aglomerado
Estucamos y rebajamos los estucos, después
las imprimamos y las pintamos
Pintamos en el tono elegido, patinamos el sobre de las mesas y protegemos, en este caso lo hemos hecho con cera incolora
Este fue el resultado final
El blanco y el marfil siempre son un acierto a la hora de rejuvenecer estos muebles tan versátiles.
ResponderEliminarBesos y feliz semana