Después de hacer el tratamiento curativo y preventivo para carcoma, se taparon agujeros y se comenzó el cambio.
Primero dimos la imprimación previa, para seguir después con la pintura.
El color elegido por su dueña fue blanco roto
Este fue el resultado
Para proteger el trabajo realizado, aplicamos un barniz al agua también mate como la pintura.
El cabecero ya era bonito con su tono natural, pero ahora en blanco se ve preciosísimo!! elegante y fino, de los que nunca pasan de moda.
ResponderEliminarHaber si paso por aquí más a menudo, me encanta tu blog y los trabajos que realizas. El mundo de la restauración de muebles y los tuneos me apasiona, y estoy abierta a aprender con lo que nos muestras.
Besos y buen finde!!
Muchas gracias por tu comentario Beatriz. Me alegro muchísimo de que te guste mi blog.
EliminarEl cabecero es de lineas muy sencillas pero en eso radica su belleza y su elegancia.
Espero encontrarte más veces por aquí.
Bts
¡Los cabeceros de rejilla están viviendo una segunda juventud gracias a la pintura!
ResponderEliminarCon ella se consigue revivirlos y actualizarlos. Este que nos presentas hoy ha ganado en luminosidad gracis al blanco roto. ¡Buen trabajo Ana!
Besos
Llevas razón Isabel, ha ganado en luminosidad con el cambio, un cambio muy simple, pero efectivo.
EliminarBts