Este archivador de madera de roble llegó al taller bastante deteriorado. Lo vamos a ver en las siguientes imágenes.
Vamos a ir viendo poco a poco las patologías que detectamos en esta pieza
Suciedad magra y grasa, grietas, clavos, faltantes volumétricos, levantamientos de chapa, barniz oxidado, manchas de tinta en las gavetas, algún orificio de carcoma... Y algo muy evidente, la persiana no tenía prácticamente recorrido.
Lo primero que hacemos es una limpieza previa a la desinsección. Después desinsectamos y embolsamos. Una vez transcurrido el tiempo necesario, desembolsamos y desmontamos el mueble, de esa manera podemos acceder al interior. Al desmontar comprobamos que la guía de la persiana está rota es por eso por lo que no tiene movilidad suficiente para cerrar.
Una vez desmontado, procedemos a realizar una limpieza más en profundidad para retirar un barniz color muy deteriorado.
Cuando desmontamos el mueble descubrimos estas etiquetas y este sello en su interior. Por supuesto las hemos limpiado y conservado para entregarlas a sus dueños.
Las gavetas están manchadas de tinta, que no hemos podido eliminar, en algunas zonas hemos podido aclararlas pero nada más, imposible eliminarlas
Aquí podemos ver los chuleteos, encolados, masillados y reconstrucciones volumétricas en las gavetas
En algunas gavetas faltaban pequeños trozos de madera en forma de cuña, para subsanarlo usamos el mismo tipo de madera.
Una vez acabado se barnizan
Las patas traseras del mueble están muy dañadas, por ese motivo decidimos sanearlas quitando la parte deteriorada y haciendo unos injertos de madera, del mismo tipo de madera y chapándola en roble.
Se masillan orificios, se asientan chapas levantadas y se hacen reintegraciones cromáticas.
También se sustituye una de las chapas de roble de uno de los laterales del mueble en la parte inferior, dado el mal estado en el que se encontraba.
La persiana se limpia y se masillan algunos orificios de carcoma
Una vez barnizado el cuerpo y las varillas de la persiana le toca el turno a los metales y a la cerradura.
Las piezas metálicas se limpian y se barnizan.
La cerradura no tiene llave, así que pedimos que nos hagan una nueva
Montamos la persiana
Por último decidimos colocar un tirador a modo de concha dado que el uñero de la persiana está un poco desgastado y no es suficiente para sujetar la persiana para subirla o bajarla
Damos una pasada de cera y este es el resultado final
El antes y el después de la misma pieza
Como siempre habéis realizado un trabajo magnífico sobre esta preciosidad de mueble.
ResponderEliminarBesitos
Gracias Isabel. Fue un trabajo muy interesante. Bts
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