Esta pequeña silla de la década de los 60, llegó al taller en bastante buenas condiciones. Tenía algo de carcoma, algún arañazo y pequeños golpes, pero en general estaba bien conservada.
Estaba pintada en dos tonos como se aprecia en las imágenes y tapizada en polipiel blanca.
Se le hizo un cambio radical, ya que su dueña así lo quería.
Nos pidió una pintura decorativa en un blanco antiguo. Después de destapizar y preparar la pieza, se imprimó, pintó, decapó sutilmente y se barnizó.
Por último se tapizó con la tela elegida.
Este fue el resultado
La habéis rejuvenecido con ese blanco tanto en madera como el tapicería. Un look mucho más actual, luminoso y radiante.
ResponderEliminarBesos
Hola Isabel!.
EliminarLa verdad es que ha quedado muy mona y a su dueña le ha encantado.
Bts