Un bastón, un sillín de bicicleta, un ventilador, unas maquinillas de cortar el pelo...
En realidad más que restaurarlas se iban a recuperar.
Así es que nos pusimos manos a la obra y lo primero que hicimos fue limpiar bien las piezas, retirando la suciedad magra y grasa.
Limpiamos y barnizamos el bastón, la empuñadura se doró con lámina metálica y se protegió.
Limpiamos y retiramos el óxido del ventilador, se limpió el cuero del sillín, se nutrió, se hizo limpieza exhaustiva de los metales, acabando con un barnizado de los mismos.
Poco a poco fuimos recuperando cada una de las piezas. Este fue el resultado
Y así quedaron algunas de las piezas, una vez se reconvirtieron para ser utilizadas en un proyecto de interiorismo
Un cambio radical, sin duda. Me gustan estas segundas oportunidades.
ResponderEliminarBesitos
Realmente el cambio ha sido importante, maquinillas de cortar pelo se convierten en perchas, bastones en tiradores de puertas, sillines de bici en taburetes... Un verdadero derroche de originalidad y creatividad. Pero nuestra contribución a todo eso solo ha sido la de recuperar esas piezas para darles una segunda oportunidad.
EliminarEl taburete me parece de lo más original y creativo.
ResponderEliminarBesos
Si María, como le he dicho a Isabel, es un derroche de originalidad y creatividad, todas las piezas son ideadas por una mente muy creativa. Ya hablaré de este joven diseñador de interiores, hijo de mi compañera Lucía, que está arrasando y triunfando con sus trabajos
EliminarBts