Un día al pasar lo vi, estaba entre un mar de escombros, todo polvoriento. Me pareció monísimo, así que entré y pregunté a los albañiles que me dijeron que lo tirarían junto con los escombros, así es que pregunté si les importaba que me lo llevase y me dijeron que no. Sin pensarlo dos veces cargué con él y me lo llevé a casa primero y después al taller, allí ha estado durante casi dos años esperando que le llegase su turno y... este por fin ha llegado.
Lo primero que se hizo fue lijar un poco para evitar desniveles al pintar nuevamente y para matar un poco el brillo de la pintura antigua, con el fin de que nos agarrase mejor la que pondríamos sobre esta.
Después se destapizó. El asiento original había sido de rejilla, suponemos que en su momento esta se rompería y tapizaron en vez de volver a colocar rejilla.
Para pintarla elegimos una pintura acrílica negra mate.
Y el tapizado decidimos hacerlo también con cinchas elásticas y no con la rejilla tejida.
Para el tapizado se eligió una tela estilo vintage.
Y así quedó, ya solo e queda cortar los sobrantes de tela y colocar un vivo.
En breve lo veréis.
Tiene un diseño muy mono, Ana. Me gusta que lo hayais pintado de nuevo en negro y el aire vintage que le habeis dado con esa tela.
ResponderEliminarBesitos
Si, la verdad es que es muy coqueto, me alegro mucho de haberlo recuperado de entre los escombros.
EliminarBts
El sillon es precioso
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Dana, la verdad es que queda muy mono en mi casa.
EliminarHasta pronto