Este sillón neoclásico llegó al taller en no muy buen estado de conservación.
La dueña no quería restaurarlo, sino cambiar totalmente su imagen.
Tenía un importante atáque de insectos xilófagos, golpes, arañazos, daños estructurales producidos por la gran cantidad de grapas utilizadas en un tapizado anterior...
Lo primero que hicimos fue eliminar el antiguo acabado y retirar el tapizado.
El acabado lo retiramos con los disolventes habituales.
Lijamos con una lija suave, con el fin de que al dar la imprimación esta agarrara bien, para evitar que la pintura decorativa pudiera saltar con el tiempo.
Desinsectamos por medio de inyección e impregnación y embolsamos.
Imágenes vistas con lente de aumento de los insectos xilófagos, anobium puntatun, encontrados en el tapizado del sillón.
Tapamos orificios de carcoma, reconstruimos volumétricamente los faltantes de la pieza y encolamos y engatillamos los levantamientos y desprendimientos.
Tras esto, procedemos a comprobar la tensión de los muelles y sustituir las cuerdas rotas, así como también a tensar las que encontramos un poco flojas.
Ya tenemos el sillón preparado para aplicar la imprimación.
Esto será en una nueva entrada.
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