Como por ejemplo un masillado anterior que había perdido volumen, así como unas pequeñas grietas en el motivo central de la marquetería.
También intentamos levantar pequeñas abolladuras en la madera, debidas a golpes repetidos.
Y por supuesto restituimos el faltante de marquetería.
Antes del teñido.
Tras teñirlo
Ya solo nos queda acabar de reintegrar el faltante de nácar y comenzar a aplicar el acabado de gomalaca.
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