Se trata de una herramienta semicircular sujetado con una mano en la parte superior mientras que con la otra mano el movimiento rotatorio del manubrio. El otro extremo de la herramienta lleva una broca para perforar distintos tipos de materiales.
A partir del siglo XV se empezaron a construir grandes berbiquíes accionados con juegos de engranajes mediante energía hidráulica para taladrar grandes troncos a modo de taladradoras.
Esta herramienta es la precursora de los modernos taladros, inventados al sustituir el movimiento del manubrio por un motor.
En estas imágenes vemos dos modelos, el de la izquierda más básico, el de la derecha ha evolucionado un poco, en ambos casos, en la parte superior, se inserta la broca.
Antepasados no tan lejanos de nuestros modernos taladros.
Los taladros manuales son rápidos pero no demasiado potentes.
Me encanta el término berbiquí. Mi padre tiene uno como el de la derecha y ahora cuando utiliza su moderno taladro eléctrico le sigue llamando así. Jajaja.
ResponderEliminarBesitos
La verdad es que es una palabra bonita, "Berbiquí". Esos dos de la foto los tenemos en el taller, nos los regalaron. No los usamos pero nos gusta tenerlos, son unas piezas muy pintorescas de las que no nos queremos desprender.
EliminarEs normal que tu padre le siga llamando berbiquí al taladro eléctrico, es una palabra más glamurosa, jajajaja. En Málaga le llamamos guarrito, lo que pasa es que aquí en el blog no me parece adecuado nombrarlo de esa manera, aunque algún día contaré el origen de ese nombre, que por supuesto lo tiene. ;-)
Bts también para ti.
He conocido los "Berbiquies" de primera mano. Mi padre aún conserva uno y siempre me han resutado muy ingeniosos.
ResponderEliminarEl de la rueda redonda no lo conocía, que curioso!
Besitos Ana
Hola Clara!, la verdad es que son piezas ya difíciles de encontrar, nosotros tuvimos mucha suerte de poder conseguir estos.
EliminarBts también para ti
Hola Ana, que post tan emotivo, antiguamente se hacian así los agujeros y taladros. Aún quedaba mucho trecho para lamaquinaria electrica y no digamos para la neumatica. Recuerdo la anecdota de un tapicero y cliente mio que ante el encargo de restaurar y retapizar todas las butacas de un cine, tuvo la brillante idea de colocar una llave de vaso en el portabrocas del berbiquí, de esa forma podía a flojar y apretar las tuercas de todas las filas de butacas a una velocidad endiablada, mas rapido que con una llave de "carraca".
ResponderEliminarY un saludo Ana.
Hola, me alegro de que te gustara el post. La verdad es que me encantan las herramientas antiguas, si bien es cierto que afortunadamente estas se han reinventado para hacernos la vida mucho más fácil. No obstante, de vez en cuando tenemos que volver la vista atrás y recordar los orígenes de las cosas que usamos en la actualidad..
EliminarGenial idea la de tu cliente.
Un saludo también para ti.